Si bien el cambio climático esta impactando en la
disponibilidad de agua y en la agricultura, también lo hace en la salud.
El aumento de la temperatura del planeta esta acelerando el ciclo de
reproducción del mosquito transmisor del Dengue y la fiebre amarilla.
Los repelentes son sustancias químicas o naturales que se aplican sobre
la piel, sobre la ropa o sobre las plantaciones para ahuyentar a los
insectos para evitar así picaduras, molestias, enfermedades y pérdidas
de todo tipo.
Los repelentes, como su nombre lo indica, no tienen como objetivo
atacar ni matar al insecto sino que sólo buscan alejarlo. En el caso de
los repelentes de insectos para mosquitos, los mismos se utilizan para
evitar picaduras y transmisión de enfermedades (dengue, paludismo,
malaria).
Entre los repelentes de mosquitos encontramos naturales (como por
ejemplo la citronella) y químicos (por ejemplo el DEET). Las hembras de
los mosquitos utilizan como alimento la sangre de los seres humanos y,
además, con ella ayudan a sus huevos a que puedan desarrollarse.
Cuando clavan su pico en la piel de las personas, dejan pasar un
poco de su saliva en el lugar donde están extrayendo sangre. Dicha
saliva posee algunas proteínas que causan una pequeña reacción alérgica y
dejan una roncha y algunas veces una leve hinchazón.
Por supuesto que la mejor solucion para evitar la proliferacón de
esta plaga es no tener ningún criadero en casa ni cerca de ella. Pero
en vista de que los índices de infestación han aumentado en algunos
sectores de la capital, los expertos han recomendado a la población no
solo eliminar los criaderos, sino también tomar en cuenta los productos
repelentes.
El producto debe aplicarse en las áreas descubiertas del cuerpo.
Estos repelentes funcionan a distancias muy cercanas. Es decir, que el
mosquito que es atraído por el olor de la piel del ser humano, pierde
sus sensores cuando este se acerca a un sujeto que usa el producto. ‘Los
repelentes son efectivos solo a cortas distancias de la piel. Quiere
decir que el individuo, que usa el repelente, puede seguir viendo
mosquitos volando cerca. Siempre y cuando la persona no sea picada por
estos, no hay razón para aplicarse más repelente.
La medicina natural contempla un remedio tan efectivo como
cualquier producto comprado en la farmacia y es muy simple. El clavo de
olor es perfecto como aislante. Hierva una bolsita de clavos de olor en
un recipiente y luego lo mezcla con cualquier tipo de aceite de bebé.
Úntese la sustancia y verá que dará resultados. Tambien puede usar unas
hojas de ecualipto machacadas, con un poco de vinagre, untadas al
cuerpo, ahuyentarán a los mosquitos.
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